Bailando este vals en cada noche solitaria viendo
las estrellas orbitando en mi sombrero, un trago de vino en los sentidos para
olvidar que ya he perdido a mis amigos y a la gente que más quiero. No hago
nada en vano porque todo lo hago en vino que me da el valor para enfrentarme al
mundo entero y digo las cosas cuando quiero, como pienso y como creo aunque a
veces ya no sepa lo que digo.
Yo tan sólo pido que me dejen en mi acera con una
botella milagrosa de buen vino que se vaya el día y que la noche compañera, en
mi borrachera me acompañe en el camino.
Yo tan sólo pido que me dejen en mi acera con una
botella milagrosa de buen vino que se vaya el día y que la noche compañera, en
mi borrachera me acompañe en el camino.
Pero que no me llamen borracho porque no lo soy, yo
soy el bailarín de las aceras el que al compás de la luna busca la fortuna en
una botella.
Mi razón para beber, el sabor de este elixir como el
amor de una mujer que sin él no se vivir.
Yo tan sólo pido que me dejen en mi acera con una
botella milagrosa de buen vino que se vaya el día y que la noche compañera, en
mi borrachera me acompañe en el camino.
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