Déjese de sermones, que
pienso lo contrario
Esta vida es la mía y más que
vida es un calvario.
Ya sé que la eutanasia no
figura entre sus sacramentos
No me hable más del cielo que
yo conozco el infierno.
Mi universo es una cama,
cuatro paredes y una ventana
Que me retienen como a un
esclavo.
Mi futuro y mi presente es un
cuerpo roto que nada siente
Yo soy la risa de los
gusanos.
No me recete más
padrenuestros, déme una dosis de sueño eterno.
Me acojo a mi libertad, al
derecho de terminar
Con mis noches y con mis días.
Me aferro a la sin razón de
acabar con un corazón
Cansao por la agonía.
Pa mi mujer y pa mis hijos soy
solo un trozo de carne,
Como va ser un asesino
alguien que puede salvarme.
Salga de mi habitación, su
presencia me da dolor,
Largo con su paraíso.
Si fuera un amigo en verdad ¡ay!
Del quinto mandamiento,
Para usted su religión yo no
comulgo con un Dios
Que deja vivo a los muertos.
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