Cuando llegas al trabajo por
la mañana llega la alegría.
Me pongo hasta nervioso
cuando tu me miras y das los buenos días.
Aunque hace ya algún tiempo
somos compañeros y trabajamos juntos,
Tengo en el pensamiento el
presentimiento que nos separa un mundo.
Llevo en mi mente tu carita y
tu sonrisa,
Pienso en tus manos y me
imagino tus caricias.
Siento a diario que me sube
en una nube, tu aliento, tu perfume
Y el roce de tu piel.
Y así es como me enamoré,
casi, casi sin querer
Pero yo siento al mirarte el
deseo de besarte
Y de decirte que te quiero.
Y que siento celos de ti, si
te veo sonreír
Y cuando te veo hablando con
algún compañero.
Y aunque el amor de nada
entiende, el espejo me recuerda siempre,
Que el mío es un amor
prohibido y jamás será correspondido.
Yo soy un Síndrome de Down y tras
esta fachada
Que se entere el mundo que
hay una persona
Un hombre que te ama,
Y te he escrito en esta carta
lo que no me atrevo
Decirte a la cara.
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