Mi copla jamás se vistió feminista,
y no será ahora cuando se transforme.
Más quiero que ahora los hombres se callen,
mientras interpreto este pasodoble.
Porque cuando se habla de parir a un hijo,
no hay nadie que tenga voto ni palabra,
soy libre y decido si quiero tenerlo,
soy dueña de aquello que va en mis entrañas.
Resulta irónico que dicte ley un caballero,
usted que sabe de ser madre, querido señor
Gallardón.
Cuando de usted brote la vida podrá comprenderlo,
mientras tanto no.
Usted que sabe, las circunstancias
de cada hembra, de cada casa,
y usted prefiere juzgarlas,
y que se sientan hasta obligadas.
Pues tendrán que esperar que las violen o tengan
problemas, que son las excepciones.
Pa cumplir su retrógrada ley, que criterios tan
nobles.
Pues entienda usted que por mi parte,
no habrá ley que me obligue y me ordene ni por mi
decida,
si quiero ser madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario