A los niños
les quiero decir y que me perdone algún padre,
Que los
niños vienen de París, vienen de parir vuestras madres.
No entendemos
a esos padres que todavía se empeñan
En contaros
ese rollo del cuento de la cigüeña.
Si el
proceso es tan romántico, tan cálido, tan íntimo.
Y el amor es
una fábrica, tan única, tan mágica.
El amor es
la única razón, da la vida, nos da un corazón.
Nos hace
sentir igual que un Dios creando la vida entre dos.
Fuiste algo
tan pequeño, casi ni se te veía.
Y ahora eres
mi pequeño, lo más grande de mi vida.
Dentro de
mamá tú eras chiquitito, te movías igual que los pececitos.
Y el día que
saliste tú de su vientre, mami se portó como una valiente.
Y aunque venís
al mundo siempre con un llanto
No hay
momento en la vida que nos alegre tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario