Para cantarle al mundo
hace falta una voz que cuando cante se levante y clara suene, haciendo ruidos
de alegría y de dolor. Tal vez diciendo lo que al mundo le conviene, tal vez
diciendo lo que no. En cambio en estos tiempos para cantar aquí, de corazón y
de maneras infinitas no necesitas nunca nada que decir, bastan las noches de
bohemia en la Tacita
y el mundo entero para mí.
Si la vida es la luna
lunera en su cuarto menguante, y las cosas que son pasajeras son poco
importantes, hago así de la vida un placer que es hacer lo que dicen que no
debo hacer, y compruebo que el hombre no sabe la vida tan bella que deja de
lado. Si la vida como una aventura no hay mayor fortuna que vivirla bien y por
eso mi reino no ves lo que tengo sino lo que hago.
Y por eso en estos tiempos
para cantar aquí de corazón y de maneras infinitas no necesitas nunca nada que
decir basta las noches de bohemia en la Tacita y el mundo entero para mí.
Yo soy como la luciérnaga
que necesita la noche para brillar y vivir. Y a mi callada manera saben que soy
tan feliz que de los reyes cualquiera se cambiaría por mí, que de los reyes
cualquiera se cambiaría por mí, se cambiaría por mí, se cambiaría por mí.
sin palabras,impresionante la presentacion de Juan Carlos Aragon
ResponderEliminarMenudo mangazo el que no os dieran el Primero.
ResponderEliminarYa sé que a Juan Carlos se la sudan los premios, pero a los que lo admiramos NO.