Por
las mañanas me
inunda un miedo,
Que
tiritando me
desvela de los sueños.
Y
me recuerda frente
a mi espejo,
Que
en el trabajo me
espera un infierno.
Un
demonio de jefe, que
me tiene asqueada,
Que
me falta al respeto y
me siento acosada.
Que
me veo tan sucia al
sentir sus miradas
Que
consigue que piense que
no valgo nada.
Y
ya ni me arreglo, ni
quiero ir bonita,
Que
luego no digan que
la culpa es mía.
Mi
padre me pregunta como
estoy en el trabajo,
Y
yo que me avergüenzo de
esto nada le he contao.
Y
no hay ni un compañero que
me ayude a denunciarle,
Que
no quieren problemas ¡Que
pandilla de cobardes!
Voy
con las carnes abiertas, desquiciada
todo el día
Sin
saber que puedo hacer.
Que
hasta hay veces que he pensao:
“Que
me haga lo que sea, y
que me deje de una vez”.
Antes
de que esto me pueda, antes
que pierda los nervios.
Prefiero
verme en la calle y
entre cartones durmiendo.
Que
no hay dinero que pague
Tó
lo que llevo sufriendo.
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