Anoche nos trajo el
poeta una letra sin destino,
A los derechos humanos
y a la solidaridad.
Y con su propia sangre
sobre un pergamino,
La dejó titulada Candela
y espino
Y sentado en un banco venció
por el
Desencanto se puso a
cantar.
¿En este mundo ya pá
que
Vale que los poetas
escriban versos,
Si no queda un rincón
en el universo
Que esté libre del
hombre y de la mujer?
¿Quién los habrá
mandao?
Ya hemos perdido las
riendas,
Perdido el sentido de
la sociedad.
Y por perder hasta
hemos perdido las ganas.
Se canta lo que se
pierde
Y cuando no se pierde
No hay más que cantar,
Así que ahí está la
letra cantarla mañana.
¿Pa qué vale ya que los
poetas
Sacrifiquen letras
contando verdades?
¿Pa qué vale el puño y
la protesta
Si ya no nos queda ni
los carnavales?
¿Pa qué vale dar un
paso al frente
Si luego tu gente se
quedan mirando?
Como te ganan de pronto
Y a ti por tonto te están
linchando.
¿Pa qué quieren volver
a escuchar
Mis malditas palabras?
Cogió su guitarra,
Cogió su guitarra y se
fue llorando.
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