Letra enviada por @Namuma90
Con la que está cayendo
y que los gaditanos tengan ganas de
coplillas y de carnavales.
Pues claro que tenemos ganas de que
nuestra voz se extienda
por los ocho puntos cardinales.
Y que se enteren y que se enteren
pueblos y tribus de los siete
continentes
como enjuaga sus penitas
esa la que llaman Tacita
y que dicen que es la voz más
soberana
de toito el occidente.
Mira tú, que cuando Cádiz habla
hasta la lluvia cae más lenta.
Y si canta por febrero se desata por
la boca
de su copla una tormenta.
Son tantas las nubes negras que
asombran a mi Tacita
por sus cinco costaos,
que siendo yo gaditano y con la que
está cayendo,
cómo voy a estar callao, como voy a
estar callao.
Y digo yo qué sabrá ni la Merkel ni
el Sarkozy
de mi Cádiz ni de mi Andalucía,
del grito del Palillero, de aquel
mes de mayo
tan brillante, tan lluvioso de
rebeldía.
Los perros tocan la flauta y los
tenderetes son la consigna,
sal a la calle.
No te confundas, no es lo mismo
ser un indignado que ser un indigno,
no te lo calles.
Y tú, gaditano arroba eres digno te
to,
andaluz arroba reivindícalo,
que nadie en Europa se mueve por ti.
Los muertos de Merkel y de Sarkozy,
el euro es el euro a quién van a
engañar,
pero que sea el euro pa to el mundo
igual.
Que sí, que caiga un chaparrón,
que rompa los cristales y que no los
pague yo.
Escucha hermano el canto de la
rebeldía,
Europa queda más lejos de Cádiz cada
día.
Cuando un chaparrón amable
desparrama con su lluvia en mi
Tacita sus diamantes de cristal,
Los diamantes multiplican su valor y
sus quilates
porque en Cádiz cogen el punto de
sal.
Lástima que a los diamantes de mi
Cádiz
se le niegue lluvia y sal para vivir
y la sal se la repartan los que
pasan por aquí,
y la sal se la repartan los que
pasan por aquí, por aquí.
Tendrá que llegar el día del
chaparrón pronto y fuerte
con truenos que harán temblar los
cimientos de tu mala suerte.
Esa mala suerte tuya, que es tu
suerte y es la mía,
que nos tiene permanentemente en la
locura de la más triste agonía.
Y nos vamos consumiendo en la
miseria que nos deja al desamparo
de los más inútiles gobiernos, los
más torpes como queda demostrado.
Y aquí se cierra la vida de las
familias obreras,
la bahía es un inmenso cementerio
mancomunal empresa
y pa grandes tanatorios, ahí están
los sindicatos
enjuagando sus negocios y el obrero
como siempre pagando el pato.
Esto es Cádiz 2012, cuénteselo a Don
Mariano, ilustrísima alcaldesa,
si su realidad es otra yo es que no
sé dónde viven,
pero sepa que yo vivo en La Tacita,
la ciudad que necesita agüita dulce
y que le sobra agua salá.
Y yo invoco nubes negras pa que
empape la vergüenza
por si alguna no se da por enterá.
Tiene que llover, tiene que llover…a
cántaros, tiene que llover.
Tiene que llover… a cántaros, tiene
que llover.
Tiene que llover… a cántaros, tiene
que llover.
Y gracias, gracias a mi vida entera
por mantener la esperanza,
de un chaparrón sin frontera, denme
un cultivo y que llueva.
Que llueva igual en cada pozo
y que aquí to el mundo beba de los
mismos maremotos
y que no paguen los mismos los
paraguas rotos.
Que llueva, que llueva igual pa
toito el mundo,
un chaparrón sin frontera que limpie
y que sea fecundo
y que se lleve los mares de los más
desfavorecidos
y el que tenga tantos bienes sin
haberlos merecido
po que se quede igualito que un
recién nacido.
Que llueva llueva que llueva cuando
quiera llover,
que se bautice de lluvia bendita
cada rincón, cada esquina, cada
calle, no sé,
cada centímetro de mi Tacita.
Y que un torrente se lleve por la
playa
y por la barandilla mar adentro la
tiranía,
(pa quien la tiene y lo llevo to por
dentro.)
Y si me coge un chaparrón que me
coja por la Alameda,
que dicen que es el malecón
de una hermana que es habanera
y si no que me lleve el mar a
cualquiera de tus rincones,
que cualquiera me servirá
pa beberme Cádiz tus chaparrones…
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