Los Piratas. Popurrí

Atención contramaestre, dé lectura al manifiesto.

Para nuevos, para viejos, recordar el juramento:

PRIMERO: siempre, siempre pero siempre aquí manda el capitán. Se sugiere estar de acuerdo o sino para alta mar. Sólo a él le corresponde parte y media del botín. ¿Parte y media? ¿Por qué? Por que sí, picha, por que sí.

SEGUNDO: el que intente el escaqueo o se vaya de la lengua, se le deja abandonao en una isla desierta. Sin más triste compañia que pólvora y una botella (de ron) de agua hijo, de agua.

TERCERO: de peleas ni mijita en este galeón corsario y si uno ataca al otro se le ata y en el acto. Uno, dos, tres… diez, hasta cuarenta latigazos.

CUARTO: pistolas y machetes más que limpios relucientes, y al que tenga to hecho un asco, más latigazos. ¡El siguiente!

QUINTO: aquí no se juega.

SEXTO: aquí no se bebe

SÉPTIMO: ni mujeres, (¿Ni mujeres?) Ni mujeres.

El OCTAVO, NOVENO y DÉCIMO y se acabó que pelillos a la mar, ¡Vámonos!

Capitán, ya sopla viento. Estos son los mandamientos.

Ya estáis todos avisaos, ya estáis todos enteraos… y además de ser piratas, hay que ser honraos jajajajaj

Temporal, hoy la mar tiene brazos y piernas (brazos y piernas). Tiene hambre y por eso se traga a la playa. Temporal, rayos, truenos, nubes en el cielo asustaíta perdía están las murallas. Temporal, temporal, temporal, temporal uh blanco o negro, pacá paya (pacá paya) la noche da miedo, las mojarritas tiemblan ¡ay Dios está serio! Las carnes, abiertas. Santa Bárbara bendita anda dile algo al viento y deje quieta las barquillitas. Hay una estrellita en la madrugá, a la playa se la tragao la mar. Trío de relámpagos, rayos y truenos a mi barco el aire no toca ni un pelo que a mi barco el aire no toca ni un pelo. Temporal, temporal, temporal, temporal, tempo… temporal.

La Habana, la Bodeguita. Allí se ha quedao llorando una morena, ¡Gloria bendita! Espera, que te lo canto. Yo conocí una mulata, se llamaba Ana María, era negra y era blanca según le daba la luz del día. Y yo como buen pirata, me fui directo a la guerra pá ver a la luz de la noche si era blanca o si era negra. Recuerdo que en su ventana, una madrugá me dijo: “Avisa si viene alguien mándame un guiño, mándame un guiño, un guiño…” “Perdona hija de mi alma, me quea un ojo tan sólo mejor te toco las palmas”.

Abre ya el balcón, abre ya el balcón que en la calle hace relente y allí seguro que no. Abre ya el balcón, ábrelo por Dios, que como suba parriba se va formar la revolución. ¡Ay! Pá que me echa una cuerda Ana María, si vives en un primero que tontería. Ana de mis entrañas que es un primero, que no soy cojo, ¡que yo soy tuerto! Abre ya el balcón, pa que pueda entrar, pa que pueda entrar mi corazón.

Cádiz desde alta mar que bonita eres, que bonita eres, que bonita eres. Fortalezas plateás, perla de occidente, perla de occidente, perla de occidente. Palmera, mito caliente, vigía de este a oeste. Azules por todas partes miro y remiro y no me canso de mirarte. Blanco, azoteas, gaviotas, escolleras, palomas, cañones, Puertecitas de Tierra, balcones, claveles para los amores, la sal, relicario, la espuma, disfrazá de blanco la luna, orillas de coral, torreón, catedral, sol que alumbra,  canción, non plus ultra. No cabría en las botellas tanta riqueza, que pena, que pena. Cádiz desde alta mar, Cádiz desde alta mar.

Capitán venga usted pronto, que el corsario es sangre fría. Llorando lleva llorando ya cuatro noches y cinco días, se pasa toita las horas asomao en la cubierta pues dice que una estrellita, el agua que…. Está medio muerta. Capitán yo se lo ruego, hace falta mano dura. Donde se ha visto un pirata que se le ablande las asauras. Este…. Y otros cuantos a esto hay que ponerle fin, que tiene toa la pinta, toa la pinta de ser un motín, un motín. Una estrella es una estrella ha dividío a la tropa. Unos buscan en el cielo otros buscan en las olas, ahí en las olas, ahí en las olas, ahí en las olas. Treinta cordones de oro pal primer filibustero que grite cuantito vea que se está dando un baño un lucero, que delante de una hoguera no nos repartiremos. Jou, jou, jou y una botella de ron…

¡Ay!, he saqueao tu corazón sin miramiento. La Viña, el Pópulo, San Juan están ardiendo y, sin embargo, algo aquí adentro está matando a este pirata. ¡Ay!, sin duda alguna he traicionao mi juramento, mi pena la propagan ya los cuatro vientos. El peor de los tormentos no ver más estas murallas. ¡Ay!, mi galeón sin el suspiro del poniente y yo suspiro por no dejar de quererte. Treinta cañones por el aire van silbando y a “La Invencible” quince hombres van llorando, van llorando. ¡Ay! Llevo diez cofres a rebosar con mojarritas, porque parecen plateás sus escamitas y así en sus ojos puedo verte en todas partes porque no quiero olvidarte. ¡Ay! Ya sale el sol hacia babor por punta diablos, y las campanas de mi Cai van repicando por un bajel que se marchó, cantando triste esta canción. Jou, jou, jou y una botella de jou, jou, jou y una botella de jou, jou, jou y una botella de ron.