Maldita la
hora que yo te he querío,
Que yo te he
querío y que tu me has pegao.
Aquí reviviendo
que fuimos dos críos, que acabaron siendo mujer y marío
Y en el
tiempo que ha corrío hay que ver cuántos has cambiao.
Cogiste la
flor que yo puse en tus manos.
Desde niño
la cuidaste, de cariño la regaste
Con los
besos de tu amor.
Pero a los
años cambiaste y en los golpes de tu fragua
La dejaste
sin el agua que merece cualquier flor.
Y aquel amor
me lo cambiaste dime dónde,
Por el
insulto, por el golpe y moratón.
Y con tu
puño te escondiste de los hombres
Tal y como
corresponde a un cobarde,
A un cobarde
y maricón.
Y le pegaste
a tu mujer, de tu jardín la flor más bella.
Y en su
carita la triste huella de tu corazón.
Aquellos niños
de novio fueron mujer y marío
Con lo que
yo te he querío y me has conducido al odio.
Tú ya tienes
tu castigo sin los tuyos a tu lao.
Con lo mal
que me has tratado todo el mundo te maldijo.
Y no es que
yo no te quiera, no te quieren ni…
No te
quieren ni tus hijos.
Precioso!
ResponderEliminar