Como
cada mañana,
Hablo contigo, hablo contigo.
Y
te pregunto si has dormido bien
O
no has pegado ojo.
Como
cada mañana,
Tu
cafelito, tu cafelito.
Aunque
hace ya algún tiempo
Que
no te lo tomas
Por
más que lo pongo.
La
ropa a la lavadora
Que
aunque nunca está sucia
Viene
bien un lavaito.
Y
luego pongo en la olla
Unos
cuántos fideos
Para
hacer un pucherito,
Que
yo sé que te gusta
Que
esté bien calentito.
Luego
escucho que me llamas
Por
nuestro pasillo
Pero
no me hablas
Cuando
yo te digo:
“Que
es lo que quieres
Que
ahora no puedo”.
Vuelvo
a poner en la tele
Todos
los programas
Que
has visto de siempre
Y
te vas a la cama
Sin
olvidarte de darme un beso.
No
sé qué es lo que pasa
Que
se enfadan nuestros hijos,
Si
les hablo de ti
Y
les digo que hoy no has comido.
Es
verdad que a veces pienso
Que
me atrapa la locura,
Porque
te quiero y te siento
Como
siempre y como nunca.
Pero
al mirarme al espejo
Se disipan tantas dudas
Y
me invade la amargura,
Viéndome
entera de negro.
Y
entonces es cuando recuerdo
Que
soy viuda, que soy viuda,
Que
soy viuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario