Papá dime por qué te llevas
al abuelo, y qué triste verdad
Me vienes ocultando.
Por qué si a donde va es un
lugar tan bello, me mira con recelo
Y el yayo está llorando.
Niño, le preguntaba a su
padre el niño
Viendo como se llevaban de la casa,
Lo único que en la casa daba cariño.
Se abrazó a su regazo como si
aquel fuera el último abrazo
Con toa su inocencia, sus 7
primaveras dictó sentencia, dictó sentencia.
“Déjalo con nosotros, que el
no es ningún estorbo
Que el abuelito está cansaíto
de sufrimiento, de sufrimiento.
Déjalo con nosotros que yo lo
cuido,
que yo lo mimo a cambio de un
cuento”.
Cogió la manta que lo
abrigaba y con coraje la partió en dos.
Y a su padre, sin pensarlo,
dijo a la cara:
“Esta mitad te la guardo pá
cuando tu te vayas,
Cuando te vayas, pá cuando te
vayas”.
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